THE GOLDEN GRASS - Life is much Stronger (2023/ Heavy Psych Sounds)

THE GOLDEN GRASS – Life is much Stronger (2023/ Heavy Psych Sounds)

Desde New York nos llega el cuarto álbum (splits y EPs aparte), de los fabulosos The Golden Grass. Power trío-heavy psych + hard + algún ramalazo proggy. Adam Kriney (batería y voz solista), de Nebula, Castanets o Dead Tape. Michael Rafalowich (guitarra, voz solista) de Strange Haze. Y Frank Caira (bajo, voz) de The Above. Éstos tíos llevan una discografía impoluta en lo que se refiere a revisitar tiempos pasados, cuando el rock era más rock. Esto es, poca mercadotecnia y mucho salvajismo emocional. Anárquica libertad creativa y pasión por comunicar sentimientos. Así eran ya sus trabajos anteriores. Ni tiene porqué haber cambios innecesarios. Que a veces eso de la «evolución» no lleva más que a solemnes cagadas. Si no está roto, no se arregla.

El comienzo de «Howlin» (6’02) es como volver a desempolvar a James Gang en el siglo XXI. Buenas voces, música de carretera para montar cerdos Harley & Indian y conducirlos melena al viento. Sin leyes ni restricciones de mierda. Tranquilo, sólo tienes que captar la actitud. La guitarra no hace solos porque lo exija el guion. Y el ritmo es pura grasa que lubrica música enérgica, a veces creo que muy olvidada en el presente. No se trata de watios y burricie desmadrada. Es un arte casi perdido, el sonar duro contagiando emociones fuertes. No pasa aquí. Con el primer tema me han ganado de sobras. «Springtime on Starwoods» prosigue su convincente diálogo late 60-70s. No esperes instrumentos saturados al 12 ni imitamonas de Black Sabbath. Han oído bastantes más cosas. Y las ponen en práctica. Citan como influencias a Dust, Captain Beyond, Jo Jo Gunne, The Pretty Things, Traffic, Demian, Highway Robbery, T2, Icecross y Hard Stuff. Así que saben de lo que hablan y lo demuestran. Otra cuchillada trapera de inteligencia y destreza, con melodía, cowbell y emoción macarril. Eso es «Island in your Head» (5’35). Un choque de espadas que está entre The Godz, Ursa Major, Axis y Rick Derringer.

Y en «100 Arrows», donde esté una buena entrada de riff classic hard, que se quiten los toros. Y las corridas. Un tema ya aparecido años atrás en EP. Piensa en los mejores The Rods o Goodrats. La patada en los cojones de los primeros. Y la gimnasia compositiva de los segundos. «Not without its charms» exhibe fiebre macarra-power de taconazos y pata elefante. Aunque nunca pierden los papeles compositivos, son muy organizados melódicamente y gustan del pequeño detalle inesperado. Con una voz más aguda diría que invocan la astucia y alto coeficiente hard de Budgie. Conste que las voces son estupendas. Y hasta el solo de guitarra tiene un punto distinto, tipo Beck-Bolin, nada habitual.

Casi se van al hard rock southern de Hydra en «The Answers Never Know» (5’29), con doblaje guitarrero y vocal que enriquece y da frescura a su maciza propuesta. Es uno de los cortes vórtice más alucinógenos y superiores del álbum. «A Peculiar Situation» son seis minutos y pico de elegancia y finura heavy psych de qualité. Hacen rememorar a Wiggy Bits, Bang, Golden Earring, Epitaph o Thundermug.

Puede que estemos ante el disco hard del año. The Golden Grass son enormes. Así sí que mola el presente.

J.J. IGLESIAS